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ADRIÁN IAIES EN LA SEGUNDA NOCHE DEL FESTIVAL SAN ISIDRO JAZZ Y MÁS

El pianista se presentó anoche con su trío en el festival San Isidro Jazz y Más; hoy, su masterclass

“Es mi segunda vez y siempre está muy bien organizado, todo en orden, como tiene que estar. Un festival bien hecho”

Nació hace 60 años en Haedo, vive en Colegiales y ayer, contra viento y sin marea, Adrián Iaies se sentó al piano del escenario del Museo Pueyrredón para dar una caricia musical en el segundo día del festival Jazz y Más, organizado por la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro. Y lo hizo con su Adrián Iaies & El Colegiales, un trío de estilo jazzístico, claro, que explora con singularidad en la música popular argentina, muy especialmente en el folclore. 

Un concierto gratuito, como toda la programación del ciclo, que arrancó con La Chango Farías Gómez, un homenaje a Chango Farías Gómez y Manolo Juárez, y cerró con un bolero para piano y contrabajo en manos de Diana Arias. No faltaron Mariana, dedicado a su esposa, Guille y la medalla del Trapiche, una versión exquisita y suya del tango Vida mía, de Osvaldo Fresedo, y momentos de gran lucimiento de Facundo Guevara en percusión, que fue de la batería al cajón para transmitir esa veta folclórica subyacente en todo el concierto.

Con casi treintena discos propios, cuatro nominaciones a los Premios Grammy Latinos y más 250 conciertos por el mundo, Iaies le habló al público de su alegría por su segunda vez en el festival, tras casi dos años de no subir con el trío, pandemia mediante, a un escenario.

-¿Qué sensaciones te produce este ciclo?

-El festival está buenísimo y creció muchísimo en estos once años. Es mi segunda vez y siempre está muy bien organizado, todo en orden, como tiene que estar. Un festival bien hecho.

-¿Desde lo musical?

-Celebro la continuidad que ha tenido y su criterio artístico. Es muy complejo programar jazz, hay jazz tradicional, hay fusiones, es todo muy amplio. Encontrar un balance y cubrir expectativas tan disímiles en el público, que la gente encuentre algo que le resulte interesante cuando todos los días las propuestas musicales son tan diferentes en cuanto al estilo es muy difícil. Es un festival que no se pone monotemático y, por otro lado, tiene un sentido, un argumento, y eso es muy valioso.

-¿Hasta dónde se puede estirar conceptualmente el género y decir: seguimos haciendo jazz? 

-Es muy difícil, una discusión eterna. Pero, básicamente, que la música este hecha por músicos de jazz, que haya improvisación, que esté la expectativa de que las cosas siempre sucedan de una forma diferente. No estamos tocando una partitura que siempre funciona igual y aún en la parte escrita hay variantes. El músico de jazz debe encontrar resquicios en el papel para improvisar y salirse del libreto original. Eso es jazz. Es un juego, y como todo juego, tiene sus riesgos, a veces sale bien y a veces no sale tan bien.

La Quinta Los Ombúes lo recibirá hoy, a las 18, en la segunda y última masterclass, bajo el título “Post pandemia ¿Y ahora qué…?”, toda una novedad del ciclo inaugurada ayer por el trompetista Mariano Loiácono

-¿Te gusta que el festival haya incorporado masterclass a su programa?

Muy atinado. En el Festival Internacional Buenos Aires Jazz (fue su director durante muchos años) había armado El aula, que empezó muy tímidamente y creció de un modo exponencial. Yo creo que es fundamental. Un músico de jazz enseña, da clases todo el tiempo, y no solo por un tema laboral o de necesidad económica. Un músico de jazz da clases y toma clases, estudia y enseña. Si voy a un boliche importante de Nueva York y encaro a un pianista importante después del concierto y le pido una clase, seguramente me va a dar un día y un horario, porque en el jazz es una tradición enseñar y aprender todo el tiempo. Que el festival de San Isidro incorpore estos encuentros es muy importante, central.

Post pandemia ¿Y ahora qué…?

-De eso se trata, de hablar un poco de que podemos esperar los músicos con este nuevo escenario post pandemia. Las cosas han cambiado, los desafíos en términos laborales cambiaron, la gente se queda mucho más en su casa, se escucha más música por streaming, se toman clases por Zoom. En realidad, voy a compartir mis dudas, es importante que nos contemos qué nos pasó, qué nos pasa, nuestros miedos, incertidumbres, vamos a pensar juntos cómo idear estrategias y alternativas para llevar un proyecto adelante. Ha sido un golpe muy fuerte para los músicos y los artistas en general. Espero que sucedan comentarios y preguntas como en toda buena charla.

Para Iaies, la pandemia coincidió con la llegada de su cuarta hija. Tiempo de aislamiento, claro, y de mucha dedicación paternal. Tocó menos, mucho de quedarse puertas adentro y algunos conciertos por streaming.

“Para el jazz es muy complejo el streaming, porque es un música cuerpo a cuerpo, ves a la gente muy cerca y te ven muy cerca. Un concierto de rock en un estadio gigante, mucho sonido, muchas luces, a 50 metros del escenario y sin poder verle ni un gesto al guitarrista hasta podría ser mejor por streaming. No pasa lo mismo con el jazz –dice el director artístico de la Usina del Arte-. Uno no escucha jazz, va a escuchar jazz, uno sale a escuchar jazz, va a un boliche o va a un festival a escuchar jazz. Eso es irremplazable”.

Mucha paternidad y mucha música escrita. Ese fue el condimento central de sus tiempos de encierro. Y música para orquesta con la idea de terminar de darle forma a un plan que quedó trunco cuando se declaró la cuarentena, en marzo del año pasado. “Una semana antes teníamos programado un concierto en Paraná con la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, en el que íbamos a estrenar música mía con arreglos orquestales. El Colegiales y 60 músicos en escena, algo importante para mí ya que iba a ser mi primera vez con una orquesta”

Lo que quedó trunco ya está floreciendo otra vez y el año próximo llegará con varios conciertos de ese proyecto que encontró su etapa de maduración durante el encierro, dice Iaies en otras palabras, con una sonrisa que habla de estos nuevos tiempos. 

Y anoche, en el jardín de la casa de Rivera Indarte 48, Acassuso, sonó cerca del final Pasto que crece sin que lo rieguen, dedicado, como él mismo sobre el escenario, a todos los músicos de jazz.

“El jazz es una música que en general no tiene subsidios, no suma votos, con lo cual no está en los actos políticos, no suele incluirse en los presupuestos oficiales y no tiene la prensa que tiene el rock, pese a ser una disciplina muy importante, probablemente el movimiento artístico más importante del siglo XX, con el peso y la sustancia suficiente para no parar de crecer. Es un título que quiere decir, de algún modo, acá estamos y aunque no nos rieguen no nos van a matar tan fácilmente.

Desde el miércoles pasado y hasta mañana, en San Isidro el riego no se detendrá.

+ La masterclass gratuita de Adrián Iaies se realizará en la Quinta Los Ombúes, Adrián Beccar Varela 774, San Isidro, con cupo limitado.  Inscripción: https://www.sanisidro.gob.ar/festival-jazz-mas-2021.

Más información SOBRE EL FESTIVAL SAN ISIDRO JAZZ Y MÁS, aquí.

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