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LA ORQUESTA MISTERIOSA BUENOS AIRES PASÓ POR LA MILONGA DE MARTINEZ

noche tanguera en la Plaza 9 de Julio con orquesta en vivo y una milonga para el recuerdo 

Se bailó de lo lindo el domingo pasado en la Plaza 9 de Julio, en Martínez. Primero, desde las 19.30, con las clases de Gustavo El Morocho Gutiérrez y una hora después al compás de la reconocida orquesta típica Misteriosa Buenos Aires, que debutó en este ámbito tanguero con 14 años de historia y convertido en un clásico de la movida del 2×4 en el AMBA.

“Para los amantes del tango esta plaza es sinónimo de encuentro, un lugar para aprender, largarse al baile, pasar lindos momentos en un entorno familiar y comunitario, y mantener viva la cultura rioplatense vinculada con nuestra música ciudadana”, comentó Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro, a cargo de estas actividades con acceso gratis.

Así, la pista circular del paseo de Monseñor Larumbe y Necochea, se calentó desde temprano con un nutrido grupo de parejas que siguieron las indicaciones de El Morocho para luego, a las 20.30, darle paso en el escenario a la Misteriosa Buenos Aires que hizo un repertorio milonguero de punta a punta.

“Una pareja de adolescentes pasó recién de refilón y empezó a bailar tango como en una especie de juego. Eso es genial, es seguir sumando más gente a la cultura del tango”, dijo Javier Arias, director, pianista y arreglador de esta orquesta nacida en 2008, con cuatro discos, presentaciones en el Festival y Mundial de Tango Buenos Aires, giras por Francia, Italia, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda y otros países europeos, y también por América latina.

Domingo de zapatos lustrados, pañuelos al cuello y tacos altos, pero también de jeans, zapatillas y aire relajado, acorde con una milonga a cielo abierto y animada por gente de todas las edades, de los más experimentados a los que recién se están arrimando al mundo del 2×4.

“Cuando me enteré de esto lo agendé. Siempre quise aprender a bailar tango, pero nunca lo hice. Me encanta el ambiente, la gente que hay acá”, dijo la italiana Yancen Diemberger (26), de calzas y pollera negra, y alpargatas bordó, que está haciendo en nuestro país una investigación sobre la forma de doma de los caballos por la Universidad de Exeter.

Y de la primera mirada al mundo tanguero de Yancen al arquitecto Víctor Danelick, un habitué de esta milonga, con 25 años de sacarle viruta al piso y shows profesionales en Europa junto a Aisha Babicz. “Lo que hace San Isidro en este lugar es invalorable para que el tango siga vivo y vigente. Todo muy bien, el sonido, el piso, el ambiente. Ya bailé varias tandas y voy por más”, dijo sonriente el hombre de impecable saco y discretos zapatos bicolores.

Una noche al compás de piano, contrabajo, tres bandoneones, tres violines y la voz de Eliana Sosa, que arrancó con El Marne y siguió hasta pasadas las 21.30 con una seguidilla de temas que incluyó Hasta siempre amor, Como dos extraños, Tarde, Historia de un amor y un tema propio de Arias, 7 de enero, en homenaje a dos personas centrales en su vida nacidas en esa fecha, su hijo y Carlos Di Sarli, “El Señor del Tango”.

“Nos encanta venir a bailar a la plaza por el ambiente tan lindo y por ser al aire libre. ¡Sí!, bailamos un montón, además es genial hacerlo con orquesta en vivo”, contó la sanisidrense Julieta Saad (33), que comenzó a bailar a los 18 años impulsada por una abuela tanguera, antes de volver a la pista donde el rock nacional también tuvo presencia. Primero con Seguir viviendo sin tu amor, de Luis Alberto Spinetta, y luego con Raros peinados nuevos, de Charly García, bailados bien amarraditos y bajo un insoslayable perfume tanguero.

El 6 de marzo, animará la Orquesta La Juan D’ Arienzo. Para conocer el resto de nuestra progamación de Verano en San Isidro, visita nuestra agenda: hace click aquí


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