Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

PLATEA ABIERTA EN SAN ISIDRO VOLVIÓ CON OTHELO (TERMINA MAL)

UNA ADAPTACIÓN CON ACENTO ARGENTINO, Y ENTRE LO LÚDICO Y LA TRAGEDIA

A sala llena y con un público que disfrutó de principio a fin, anoche arrancó la temporada 2023 el ciclo de teatro municipal Platea Abierta en San Isidro. Y lo hizo con la exitosísima Othelo (termina mal), con dirección y adaptación de Gabriel Chamé Buendía y en su sede de siempre, el Centro Cultural San Isidro, Avda. Del Libertador 16.138, en el casco histórico de esta ciudad.

“La sala llena ratifica el enorme interés que este ciclo despertó desde sus inicios, en 2017, a partir de obras de vanguardia y mirada contemporánea que marcaron el rumbo en la programación del teatro independiente de Buenos Aires. Además, la chance infrecuente e invalorable que nos propone el ciclo de poder dialogar post función con el elenco”.

ELEONORA JAUREGUIBERRY, secretaria de Cultura y Ciudad de San Isidro.

Un Othelo sobre los andamios del teatro físico, con actores que literalmente sudan la camiseta y se desdoblan en varios personajes, entre lo cómico lo trágico. Hablamos de Matías Bassi, Nicolás Gentile, Agustín Soler y Elvira Gómez, especialistas en el teatro físico, el lenguaje del clown y el burlesco, que no paran un instante en los 105 minutos de esta obra atravesada por el gag y el chiste, y que interpela sobre el amor, la lealtad, la violencia doméstica, la envidia, los celos, el machismo y el femicidio.

“No sé si me gusta el teatro, me gusta Shakespeare –desafía de entrada y sonriente Chamé Buendía en la charla post función-. Yo creo que se puede hacer humor y tragedia al mismo tiempo, y sin faltarle el respeto al sufrimiento de los personajes. Es una rara mezcla que el cerebro celebra. Si no pudiéramos reírnos de ninguna cosa que nos duele sería una locura. Además, es una violencia teatral, que ocurre más en la imaginación que en la verdad. Eso es lo que más me interesa”.

Una obra que respeta las escenas principales de la pieza original y habla en argentino. No faltan un Mala mía o, la más reciente, Qué mirás bobo. “Mis espectáculos tienen un proceso muy largo, primero en mí. Años de investigación. Othelo la leí por primera vez en el 90, en 2012 empecé con la traducción y la adaptación la estrené en 2013”, dice el director sobre esta obra que arrancó en La Carpintería, giró por América latina, llegó a España y Francia, y sigue en el porteño Teatro Metropolitan.

Buendía habla de la transpiración, la energía física, el ritmo vertiginoso, la simplicidad y la concentración como elementos clave del lenguaje teatral que le interesa. “La belleza poética de la precisión, esa es nuestra guía”, sintetiza. Y sigue: “Hay circunstancias dadas, una psicología del personaje, pero el lenguaje es lúdico. En esta obra lo complejo es la variedad del gag y la poética de Shakespeare. Cuando empezás a escuchar a Shakespeare decís: ¿Qué es esto?, pero al rato entendés todo. Es como Spinetta”.

Una escenografía simple y compleja a la vez, lejos de una representación lineal, de telas, mesas y cubos en los que subyace el juego infantil, objetos fuera de lógica que aportan a lo lúdico (una carpa y el barrefondo de una pileta), una cámara que suma en el mismo sentido con primerísimos planos y la cuarta pared que se rompe en los momentos justos. “A través del juego muchas veces encuentro una verdad”, lanza el director que adelanta nuevo trabajo con este mismo equipo: Medida por medida, del mismo genio inglés, para mitad de año y en el Teatro San Martín.

“Trabajar con cuatro partituras al mismo tiempo está buenísimo. Uno se desconecta del cable del ego. Este no es un teatro psicológico ni emocional. Es un teatro físico y cuando no estamos en la escena, estamos detrás del escenario doblando telas, preparando los objetos. Son dinámicas muy complejas e intensas”, acota Bassi.

Mucho ensayo y trabajo de reloj, el clown, detrás de los personajes, que aparece cada tanto; el humor desde lo trágico en juego de contrastes, poco margen para la improvisación y una frase de Buendía que define su modo de hacer: “Si hay algo que mata al teatro, eso es lo solemne”.

“La vi por segunda vez, esta vez aprovechando la oportunidad de escuchar al elenco fuera de escena y entender qué pasa detrás. Disfruté mucho de la charla, porque abre un lugar más de encuentro y entendimiento”, dice Mariana Ceballos sobre esta poética shakesperiana que suena bien argentina, arranca carcajadas y dejó a la platea con las palmas rojas.

“Me la habían recomendado, hermosa. Una alegría que la hayan traído y en forma gratuita. Excelente iniciativa. ¡Sí!, volveré, me interesan otras obras”, asegura Érica Eiras, junto a una amiga y en la puerta del teatro.

+ El ciclo tiene la dirección artística de la dramaturga y directora Silvia Gómez Giusto, y las charlas son moderadas por la dramaturga y gestora cultural Aliana Álvarez Pacheco.

Best Choice for Creatives
This Pop-up Is Included in the Theme
Purchase Ozeum