La artista sanisidrense nos habla de sus inicios, su música y del Día del Orgullo LGTBI+
“Esta celebración nos recuerda que debemos seguir trabajando para deconstruir todo lo que nos limita y no nos deja vivir en libertad”
Cuando terminó la secundaria sacó un pasaje de avión a Europa, recorrió varios países, se quedó sin dinero, se instaló en Barcelona y cantó en las calles del Barrio Gótico. Hoy, Michelle Billiet tiene 28 años y letras que reflexionan sobre el feminismo, la naturaleza y el autoconocimiento, y reivindican las diferencias. En 2016 sacó su primer EP, “Escabechx”, y nunca más paró. Su canción “Volar con Vos” fue seleccionada en el proyecto MSFL (Música Sin Fines de Lucro) Vol. 30 de Lisandro Aristimuño, vivió dos años en México donde tocó con músicos de distintas partes del mundo, participó en “México Live Loop Festival Y2k18” y comenzó a grabar en Mérida su segundo EP, “Cuerpo, Ritual”. En 2019 regresó a Buenos Aires y siguió sin parar.
“No tengo en la familia alguien que se dedique a la música, pero fue algo que desde chica me atrajo, y tuve la suerte de ir a una escuela donde había muchas actividades musicales, coros, bandas, y al toque enganché por ese lado. Siempre tuve el apoyo de mi mamá –dice-, y tomé clases particulares de canto, guitarra y bajo ¿Qué escuela?, no, prefiero no nombrarla, es muy cheta y no me siento para nada identificada con ella”.
Michelle vivió en Don Torcuato hasta la muerte de su papá, que llevó a la familia a mudarse a San Isidro, donde sigue residiendo. Terminó la secundaria y se fue por tres meses de gira por el mundo. Tenía claro que lo que más quería hacer era viajar. Ahorró y partió. “Me quedé sin plata y como no tenía ningún documento válido para trabajar mi madrina que vive allá me dijo un buen día: ¿Por qué no probás tocar en la calle?, y probé. Pensá que yo en Buenos Aires, como bien cara rota que soy, era la que en los fogones y cumpleaños siempre agarraba la guitarra y cantaba algunos temas. Iba al Barrio Gótico y hacía canciones de los Beatles. Tenía 19 años, estuvo interesante, un re experimento”, sostiene.
Además del proyecto musical propio, Michelle tiene otro grupal, Lxs Billiet, con el que hoy, para celebrar el Día Internacional del Orgullo LGTBI+, iba a ofrecer un show gratuito por el IG Vivo @sanisidrojuventud que debió ser reprogramado por cuestiones personales de la cantautora.
-¿Qué opinas del Día del Orgullo?
-Me parece increíble, algo hermoso para celebrar. Yo siento que lo celebro todos los días y está buenísimo porque hace falta más visibilización. Siento que todavía estamos en un sistema muy heteronormativo, muy patriarcal, y el Día del Orgullo u otras celebraciones similares nos recuerdan que tenemos que seguir trabajando para deconstruir todo lo que nos limita y no nos deja vivir en libertad, especialmente a la gente y los sectores más oprimidos.
-¿Por qué tus letras hablan de feminismo?
-Del feminismo, de la diversidad, de la naturaleza. Trato de darle una voz a los sectores que creo que están más oprimidos y relegados, más allá de que ahora todo se abrió un montón. Y también hablo de la naturaleza, que está siendo muy agobiada por la humanidad, del desarrollo personal, de lo que me pasa en el día a día, de cosas cotidianas, de la resiliencia, del amor. Escribo desde hace 8 años, más o menos, y el propósito de la escritura fue mutando, de más chica, tal vez, era más de la protesta, de romper con el sistema. Ahora siento que es más desde un lugar de poder de expresar lo que vengo atravesando y ese expresar encierra un poder de sanación muy grande. Además, ese verbalizar va a resonar en otras personas. Me doy cuenta de que es reimportante ser responsable y cuidadosa con lo que canto, sea para dos personas o para mil, la gente escucha y esa idea, ese mensaje, finalmente, llega.
Con varias vueltas encima por América latina, que le permitieron crecer como persona y artista, Michelle regresó al pago chico en 2019, donde terminó de grabar con Guido Moretti Bucello “Cuerpo, Ritual”, lanzado el año pasado y con 5 tracks que contienen elementos tribales y dibujan paisajes naturales inspirados de su viaje por América latina.
Luego lanzó tres singles, uno, “Rezo a los Elementos”, con la participación de Natalia Spiner, que también quedó en MSFL, volumen 48, participó con dos canciones en el compilado Volumen I de “Mente Colmena” y en 2020 fue seleccionada para participar en el concurso del programa “Todos Estamos Conectados”, en la TV Pública, con Lito Vitale como juez, y Noé Antonelli y Sergio Goycochea como presentadores.
Un año pandémico que la tuvo activa y la llevó a organizar de modo autogestivo el Festival Conexión, vía streaming, donde se presentó con dos cantantes de su barrio, Geo y Miluna.
“Noté que los músicos independientes y emergentes, sin tanta visibilidad, no tenían espacio donde tocar y así surgió el festival, que salió bárbaro. De pronto, caí en la cuenta de que el 70 por ciento de las personas que se habían sumado eran mujeres o disidentes, de la comunidad LGTBQ. Fue increíble. Yo soy lesbiana y no hay en la zona norte espacios artísticos LGTBQ. La mayoría de las bandas que armaba estaban integradas por hombres y, de repente, un poco tarde, a los 28, se me prendió la lamparita. Hoy sé que hay un montón de disidentes que la rompen con la música, pero, lamentablemente, nos hemos sobreadaptado a situaciones que no están bien. Me encantaría que hubiera más espacios de arte, centros culturales que le puedan dar lugar a disidentes para que expresen su arte, trabajen en red y sientan una red de contención”.
-¿Cómo fue tu experiencia?
-Me costó mucho salir del closet, porque venía de un entorno un poco conservador y, de verdad, me hubiese gustado poder encontrar espacios LGTBQ, sentirme acompañada. Fue una salida muy en solitario, cuando terminé la secundaria.
En 2020, Michelle grabó un EP en su cuarto que ahora está empezando a mezclar con un productor, da clases de guitarra y canto, y también ayuda a artistas que están empezando o quieren grabar sus canciones. “Me gusta colaborar en los procesos creativos de la gente que está arrancando”, afirma la cantautora, que en los últimos años incursionó en el campo terapéutico alternativo haciendo música para clases de yoga, cantando mantras, participando en terapias de soundhealing y facilitando talleres de canto intuitivo.
De estilo versátil, en el que se filtran elementos latinoamericanos, por momentos armonías de Brasil y de nuestro folklore, dice que le gusta Spinetta, el jazz y los mantras. “Lo folclórico y las claves latinas las disfrazo un poco con el uso de computadoras, samples electrónicos. Hay temas –explica- en los que el ritmo de la zamba argentina aparece muy velado porque no uso un bombo leguero, sin percusión electrónica”.
-¿Cómo te imaginás el mundo en 100 años respecto de las diferencias de género?
Michelle piensa un rato, su forma de responder en forma pausada se prolonga un poco más. Qué pregunta difícil, dice, más para ella que para quien pregunta, y, finalmente, sonríe. Dice que la gente va a pensar en la sexualidad desde un lugar más fluido, desde la aceptación. “Aceptando y reconociendo que la sexualidad de cada persona es un mundo distinto, que está bueno explorar lo que uno siente desde un lugar seguro y no desde el tabú. Sí –dice convencida-, me imagino un mundo más libre, mucho más libre”.
+ El 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTI+ y se conmemora el episodio que originó la lucha por los derechos de estos grupos. Ese día, de 1969, en el bar neoyorquino Stonewall Inn, la policía reprimió ferozmente a la comunidad homosexual que solía reunirse allí. Pese a la violencia recibida, los arrestos y las heridas, gays, travestis y lesbianas se organizaron y a lo largo de varias jornadas marcharon por sus derechos y para que la diversidad sexual sea respetada.