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SE REALIZÓ LA 5TA FERIA DE COLECCIONISMO DISCOGRÁFICO Y AFINES

Se realizó en San Isidro la 5ta. Feria de Coleccionismo Discográfico y Afines 

Melómanos de todas las edades coparon la Plaza Hipólito Irigoyen en busca de esas joyas negras, pesadas, redondas y únicas

La plaza Hipólito Yrigoyen, en pleno centro de San Isidro, recibió ayer a la 5ta Feria de Coleccionismo Discográfico y Afines, que reunió a melómanos de varias generaciones ávidos por encontrar el vinilo tan buscado y compartir siete horas, de 12 a 19, a pura música en las bateas y en los discos girando bajo las manos de destacados DJs. Organizó la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro, a través de la Casa de la Juventud local y en colaboración con la productora Orejas Abiertas.

Una feria que debutó al aire libre y en la espaciosa plaza de la Av. Centenario y Roque Sáenz Peña, y ofreció lo de siempre, la posibilidad de comprar, vender, canjear o, simplemente, bucear en esas joyitas que no pasan de moda, devenidas en objetos de culto y muchas veces consideradas verdaderas piezas artísticas y coleccionables.

“La feria invitó a relacionarnos con la música lejos de plataformas digitales, sacando vinilos de su sobres y disfrutando del gran arte de tapa de muchos de estos discos. Felices por la convocatoria y, en especial, por la gran cantidad de adolescentes que se acercaron”.

ELEONORA JAUREGUIBERRY, subsecretaria general de Cultura de San Isidro.

Un público de paladar musical variado y que no dejó batea sin revisar en busca de vinilos, pero también de cd´s, cassettes, dvd’s, blue rays, indumentaria y libros a tono con la ocasión. “Muy bien los precios y excelente ambiente. Sí, total, soy fan de los clásicos”, dijo Brian Sánchez (32), con sus compras bajo el brazo Fiebre del sábado por la noche (Bee Gees) y Help (The Beatles).

Toda una marea de gustos, épocas y precios, desde 100 pesos hasta algunas joyas, como un Bob Marley a 50.000 pesos. El promedio rondó entre los $1000 y los $2500, no faltaron combos y primeras ediciones de Creedence, Sex Pistols, Clash, Bowie y muchos más. ¿Rarezas?, muchas, como The Best of de Depeche Mode (2006), triple y con libro incluido, uno de The Red Hot Chili Peppers impreso en rojo y un simple de Soda Stereo con Juegos de seducción y Cuando pase el temblor en cada lado y en inglés, entre tantos.

“El balance es muy positivo, con una oferta musical muy amplia, DJs estrellas y mucha gente sub 20 que no es contemporánea con el vinilo, pero que valora el modo de escuchar, la gráfica y el arte de tapa de ese formato que volvió para quedarse”.

ESTEBAN CAVANNA, director de Juventud de San Isidro.

Unos 600 o más discos por stand, con el rock y el pop a la cabeza, pero sin que falte reggae, punk, jazz, electrónica y otros géneros, y mucho nacional. Puesteros más que satisfechos y visitantes, como Valeria Sanes (44), que llegó para vender sus vinilos de los 80 y 90, entre INXS, Nirvana y Metallica. “Me vuelvo con algunos pesos más en el bolsillo y con menos peso en la mochila”, dijo sonriente la sanfernandina.

“En el partido no hay disquerías y esta feria, que no para de crecer, es una gran oportunidad. Hacerla este año en la plaza fue un gran acierto”.

JUAN PABLO CUCHO ARCUCCI, productora Orejas Abiertas (junto a Pablo Mastromonaco)

En tanto, varios DJs animaron sin pausa, de DJ Nina Misterio, Dj Hunters y Diggin’ Delights Crew a Dj Goyen. “Semejante movida no me sorprende, es lógica, porque los discos son un gloria y un gran placer que nos damos”, comentó Sergio Rotman, de los Fabulosos Cadillacs y Djs, que pinchó tandas de reggae, dub punk y música de los 60.

“Tenemos alma de gitanos, nos encanta cargar los discos y llegar a ferias como esta, que están buenísimas”, sostuvo el Chino Biscotti, con disquería en Palermo especializada en punk, rockabilly, ska y más.

“Vine al paseo, me eché un poquito al pasto y al sol, y luego me puse a buscar algo de jazz o tecno, pero apareció éste, hubo buena vibra y me dejé llevar. Estoy ansiosa de llegar a casa por escucharlo”, comentó Julieta Souto (31) con La Fusa, un clásico de Vinicius junto a María Creuza y Toquinho, en el portaequipaje de la bicicleta y a nada de volver a su Villa Adelina.

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