Equilibrio, armonía, geometría. Esos fueron los conceptos, siempre presentes en la obra Julián Manzelli (Chu), que surgieron cuando junto a este artista contemporáneo comenzamos a pensar en cómo abrir su proceso creativo a la comunidad y en qué dispositivos llevar adelante para que eso ocurra del mejor modo.

“Vivo el taller como un laboratorio que propone infinitas posibilidades y combinaciones. Me interesa la contraposición entre la vida urbana, la ciencia y la naturaleza. Mi obra -asegura Chu- se expresa en ese espacio confuso e inconsciente que existe entre lo figurativo y lo abstracto”.
Chu
Enjambre, una instalación con maderas que se van entrelazando como en un juego, recibe al público en el jardín. En las salas, obras del artista conviven con ocho estaciones en las que los visitantes se ponen en acción. Estaciones para producir estructuras en un marco de equilibrio y armonía, entre piezas para encastrar, ensamblar, atomizar, generar tensiones, amontonar. Juegos planos y tridimensionales, otros en los que confluyen fuerzas magnéticas, y un video que comienza con la frase Vení a producir como artista y refleja las motivaciones y la obra de este artista que funde arte y ciencia.
También un armonógrafo para producir obras (si vale el término) con solo empujar un armazón que se desplaza con una fibra negra en la punta sobre una lámina blanca de gran porte ¿El resultado? caprichosas y geométricas líneas, producto de la inercia y los contrapesos. Lo impredecible, recortar, pintar, la construcción y la deconstrucción.

“Ritmo” estuvo abierta entre octubre de 2016 y mayo de 2017